Infusiones aromáticas

20.09.2012 16:36

 

Existen infusiones que, por la intensidad de su sabor que impregna totalmente el paladar, se pueden considerar infusiones aromáticas.

Por eso las infusiones de plantas como el hibisco, el escaramujo o el rooibos son ideales al final de un comida, ya que con su aroma dan sensación saciante.

Lógicamente la intensidad de una infusión dependerá de la cantidad de planta que se añada por taza, pero también del producto que se emplee.  Algunas infusiones tienen un sabor que deja un recuerdo muy especial.  Veámos algunas de ellas:

Hibisco.  La infusión de su flor seca es de un color rojo intenso, refrescante y muy aromática.  Posee propiedades diuréticas y es una buena aliada para mantener las calorias a raya gracias a su efecto suavemente laxante. También actúa como tónico circulatorio, ayudando a combatir las várices y controlar lahipertensión.  Además es un tranquilizante natural contra el insomnio y la ansiedad.

Su forma de preparación es la siguiente: Hervir 250 ml de agua, apagar el fuego y verter 1 cucharadita de flores secas de hibisco.  Dejar reposar por 5 minutos.

Escaramujo Es el fruto del rosal silvestre y su sabor resulta en un principio dulzón, pero deja un regusto ácido que engancha a más de uno. Además de conquistar el paladar, es un aliado contra el envejecimiento gracias a su contenido en vitamina C y antioxidantes.  Se aconseja no tomar más de dos tazas al día debido a su acción laxante.

Su forma de preparación es la siguiente: Añade 1 cuchareda pequeña de la planta a 1 taza de agua que esté hirviendo.  Tapar, dejar reposar y colar.

Rooibos Su sabor no tiene nada que er con las otras infusiones mencionadas, pero pocos se olvidan de él, ya que recuerda al que dejan las nueces.  El llamado “té rojo sudafricano” posee bondades parecidas a los antihistaminicos químicos por lo que ayuda a controlar los sintomas de las alergias.  Además, la ausencia de teína hace que no tenga contraindicaciones.

Té negro Con él ocurre como con algunos tipos de café, hay quien prefiere olerlo que beberlo. No en vano es la modalidad de té que más teína y taninos  contiene, lo que le otorga ese sabor amargo tan característico.  Es una estupenda bebida antioxidante (por sus polifenoles), pero no conviene en caso de hipertensión, nerviosismo o insomnio.

Su forma de presentación es la siguiente: Dejar hervir  durante 3 minutos 1 cucharadita de planta por taza de agua.  Conviene que repose en la taza por 4 minutos.