tomate

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El tomate es un alimento muy consumido alrededor del mundo debido a su elevada versatilidad en la cocina para adaptarse a numerosos platos y salsas tanto en crudo como en cocido.

Existen muchas variedades de tomate como, por ejemplo, el Dan-Rom para ensaladas o el Cereza para salsas.

Propiedades nutritivasEl tomate es rico en vitaminas A y C (un tomate grande de 200 gramos cubren más de la mitad de las necesidades diarias de vitamina C) y en minerales como el potasio. Igualmente, contiene mucha agua (94 por ciento) e hidratos de carbono y un modesto aporte de fibra, poca grasa y sodio.

Propiedades curativas Debido a que el tomate es rico en potasio y bajo en sodio, resulta ideal para las personas que padecen hipertensión.

Al contener vitamina A se convierte en una hortaliza oxidante que tiene una función protectora del organismo. Éste es el caso, también, del licopeno, que es el responsable de su color rojo. Así, cuanto más maduro sea el tomate o más exposición solar haya tenido, mayor es su contenido en licopeno.

Cada vez existen más investigaciones epidemiológicas que sugieren que el consumo de licopeno tiene un efecto beneficioso sobre la salud humana, reduciendo notablemente la incidencia de las patologías cancerosas, especialmente de pulmón, próstata y tracto digestivo, así como de patologías cardiovasculares o del envejecimiento celular.

Igualmente, existen estudios que avalan el papel del licopeno del tomate como agente de prevención cardiovascular. De esta manera, se ha descubierto que el tomate contribuye a reducir el colesterol LDL o “malo” en la sangre.

Además, hay que tener en cuenta que 100 gramos de tomate aportan sólo 20 calorías, por lo que son un buen aliado en las dietas de adelgazamiento.

Tomates salteados al ajillo
(Para 4 personas)
Ingredentes
2 cucharaditas de aceite de oliva
2 dientes de ajo picados
½ cucharadita de albahaca seca
500 g de tomates, troceados y sin semillas
Cebollinos frescos picados
Queso rallado

En una sartén grande, calentar el aceite a fuego medio. Agregar el ajo, la albahaca y los tomates. Saltear con el mismo fuego hasta que los tomates comiencen a ablandarse. Echar los cebollinos y el queso, y servir caliente para acompañar el pollo a la parrilla.

Pasta con tomate natural aromatizada con hierbas
(Para 2 personas)
Ingredientes:
250 g de macarrones.
3 cucharadas de aceite de oliva.
1 cucharada de margarina.
3 tomates.
2 cucharadas de orégano
2 cucharadas de albahaca
1 cucharada de tomillo.
Pimienta

Poner la pasta a cocer en abundante agua hasta que esté “al dente”. Colar y reservar.
Lavar y cortar los tomates en cuadraditos dejando la piel. En una sartén, poner el aceite, la margarina y los tomates, cocinarlo durante unos siete minutos.

Agregar las hierbas y remover para que se mezcle todo bien. Condimentar con pimienta al gusto, cocinarlo todo unos alrededor de cinco minutos más y retirarlo del fuego. Mezclarlo con la pasta y servirlo caliente.

También se puede añadir tomate en sopas, salsas y sofritos. A continuación algunos ejemplo:
Preparar una ensalada de tomates rojos y amarillos. Añadir chalotas picadas, eneldo fresco picado y una vinagreta al limón.

En una fuente de horno, colocar capas de rodajas de tomate maduro. Espolvorear con albahaca y orégano, rociar con aceite de oliva y hornear a temperatura media hasta que estén blandos y aromáticos, unos 20 minutos. Servir caliente como acompañamiento.

Mezclar tomates cortados en trozos, cebollas picadas y pimiento dulce picado. Echar un buen chorro de aceite de oliva y un poco de vinagre fuerte. Dejar reposar durante una media hora y servir como salsa para acompañar tortillas, crepés o pasta.

Recomendaciones
Los buenos tomates son suaves, bien formados y aromáticos. Los grandes y redondos son los mejores para las ensaladas; los maduros, para salsas, y los más pequeños, para ensaladas y aperitivos. Los tres tipos varían en color desde el rojo fuerte pasando por el rosa hasta el amarillo.

La peor época para el tomate fresco es el invierno. Casi no tienen color, textura ni sabor, y pueden estropear la mejor receta. Es el momento de emplear tomate en lata, aunque teniendo buen cuidado de controlar su pureza leyendo la etiqueta.

Para que tengan el mejor sabor, guárdelos a temperatura ambiente. Maduran a temperaturas entre los 10 y los 30 grados, pero no los deje al sol o perderán el sabor. También puede hacerlos madurar en una bolsa de papel poniéndolos junto a una fruta madura.

Si quiere congelar tomates frescos, páselos un par de minutos por agua hirviendo y después sumérjalos en agua helada. Séquelos y quite la piel. Los puede congelar enteros o troceados. Aguantarán un año.

Para quitarles la piel, escáldelos unos 30 segundos y luego páselos por agua fría. Con un cuchillo bien afilado, la piel saldrá fácilmente. Para evitar que la salsa resulte amarga emplee tomates pelados.