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20.09.2012 16:36
La vitamina A1 – Retinol
La vitamina A1, también conocida como retinol, es una molécula lipídica de cadena larga formada por cuatro unidades de isopreno, un terpeno o isoprenoide que se almacena en el hígado. Su función principal es la de participar en la visión, ya que interviene en el mecanismo por el cual la retina recibe la energía luminosa, pero también desempeña un papel importante en el crecimiento animal (estimulando el desarrollo del sistema nervioso), en el mantenimiento de los tejidos epiteliales (como piel y mucosas), y en la reproducción.
Entre las fuentes alimentarias en las que podemos encontrar la vitamina A están la leche, la mantequilla, la yema de huevo y el hígado de mamíferos, aves y peces grasos. Además de adquirirla mediante la ingesta de alimentos, es posible también sintetizar esta vitamina a partir de ß-caroteno, compuesto isoprenoide que se encuentra en algunos vegetales, como la zanahoria. Una deficiencia de vitamina A o hipovitaminosis provoca: trastornos oculares, como ceguera nocturna y sequedad de los ojos; problemas en los tejidos epiteliales, como alteraciones de las glándulas sudoríparas –responsables de expulsar el sudor del organismo– y sequedad de la piel, y esterilidad masculina.
Por el contrario, un exceso de esta vitamina o hipervitaminosis puede producir anorexia, que es un trastorno de los hábitos alimentarios, así como náuseas, vómitos, dolor de cabeza, irritabilidad, etc.
Vitamina B1 (Tiamina)
La vitamina B1, o tiamina, forma parte de las coenzimas (la parte no proteica de las holoenzimas) que participan en el metabolismo de glúcidos y lípidos. Las fuentes alimentarias en las que se puede encontrar vitamina B1 son: cereales completos (como harinas y granos), leguminosas, levaduras y carnes en general. Una carencia importante y duradera produce una enfermedad llamada beriberi, que afecta al sistema nervioso y que se caracteriza por debilidad muscular, pérdida de reflejos, parálisis, problemas de sensibilidad e insuficiencia cardiaca, entre otras afecciones.
Vitamina B12 (Cobalamina)
La vitamina B12, o cobalamina, es esencial para la síntesis de los ácidos nucleicos y proteínas. Junto con el ácido fólico, interviene en la formación de los glóbulos rojos. Se encuentra en alimentos de origen animal, especialmente en la carne y en las vísceras. Una carencia de esta vitamina puede producir problemas de absorción de nutrientes en el intestino, anemia(debido a su implicación en la síntesis de glóbulos rojos) y alteraciones neurológicas.
Vitamina B2 (Riboflavina)
La vitamina B2, o riboflavina, forma parte de coenzimas que participan en la respiración celular, proceso por el que se obtiene energía; participa también en los procesos de crecimiento. Se puede encontrar en casi todos los alimentos, como la leche y sus derivados, huevo, hígado de animales, vegetales, levadura de panadería, etc. La deficiencia de esta vitamina produce lesiones en las mucosas, dermatitis, irritabilidad de mejillas y lengua, trastornos oculares y retraso en el crecimiento.
Vitamina B3 (Niacina)
La vitamina B3, también conocida como niacina o factor PP, participa en la síntesis (anabolismo) y degradación (catabolismo) de los ácidos grasos, los glúcidos y los aminoácidos, ya que forma parte de dos coenzimas que intervienen en estos procesos. Está contenida en numerosos alimentos, como carnes y vísceras, pescados, leche, leguminosas, cereales completos, etc. La demanda de esta vitamina es bastante importante durante la adolescencia, la gestación y los periodos de crecimiento en general, por lo que en estas etapas debe aumentarse su ingesta diaria. Es la única vitamina hidrosoluble que puede provocar algún trastorno si se ingiere en exceso, por ejemplo enrojecimiento y picores en la piel. Por el contrario, su déficit puede producir una enfermedad denominada pelagra, que se conoce como la enfermedad de las cuatro “d” por los trastornos que conlleva: diarreas, dermatitis, demencia y, en casos extremos, defunción.